Santo Domingo.- El hombre acusado de matar de un disparo a la joven Geraldine Sánchez Baldera, en noviembre del 2017, habló este viernes por primera vez del caso.
Martín
Batista Ogando aseguró que la muerte de Sánchez Baldera fue un accidente y que
nunca tuvo intención de matarla.
“Fue
producto de un accidente, jamás iba a querer hacerle daño a la madre de mi
hijo, ya que la quería muchísimo al igual que a mi hijo”, expresó.
“Lamento
mucho lo que pasó ese día, fue un accidente”, añadió Batista Ogando cuando era
conducido hacia el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional donde
iniciará el juicio de fondo en su contra.
De
su lado, su abogada, Sonia Marlene Guerrero indicó que su caliente no tuvo
intención de matar a la joven y por lo tanto no fue un asesinato.
Dijo
que el arma de fuego se disparó porque hubo una mala maniobra, y que ya fueron
sacadas del mercado porque se disparan solas.
“Eso
no fue un asesinato, ahí no hubo premeditación, ahí no hubo asechanza, ahí hubo
un homicidio ciertamente, ahora sí involuntario, sin dolo, sin voluntad, sin la
intención, hubo una mala maniobra de un arma de fuego”, sostuvo Guerrero.
La
joven de 28 años había procreado un hijo de 4 años con su presunto asesino. Al
momento de ser ultimada de un tiro, la víctima estaba separada del imputado y
tenían una litis judicial por la manutención del menor, por lo que Ogando
Batista tenía además una orden de alejamiento de ella.
El
24 de noviembre del 2017, Ogando Batista llamó a la hoy occisa a su trabajo, en
la calle Primaveral, esquina Gardenia de la Urbanización Galá, de la capital, y
quedaron de encontrarse frente al trabajo de ella, lo cual hicieron, según
informaron compañeros de labores de la joven.